- Escrito por Super User
- Categoría: Revolucion a Debate
- Visitas: 564
10 TESIS SOBRE EL FASCISMO Y SU ACTUALIDAD
Compartimos la ponencia presentada por el intelectual colombiano Alberto Pinzón Sánchez al Primer Congreso Mundial contra el Fascismo celebrado en Caracas, Venezuela los días 10 al 12 de septiembre de 2024.
Un saludo a los camaradas de la mesa directiva, y a los demás camaradas asistentes. Camaradas: He venido a aquí a aprender de ustedes, no a enseñarles lo que ustedes viven. Sin embargo, se me ha encomendado escribir para este histórico congreso, que se realiza en la Venezuela asediada y amenazada de muerte, un condensado de experiencias que he resumido en forma de 10 tesis, las que me voy a permitir leer, contando la paciencia de ustedes:
Primera tesis: Para Gramsci, el fascismo es un complejo social, históricamente determinado, formado por una amalgama de fuerzas sociales intermedias y de clases sociales, que surge en el seno de la burguesía monopolista europea, en la primera postguerra mundial, como una solución totalizadora y de compromiso para unir la política y la economía; con el fin de enfrentar una crisis económica internacional, resolver mediante la violencia física y armada las dificultades en la producción y el intercambio de mercancías y, para pulverizar al movimiento obrero.
Si la lucha de clases ha precipitado la crisis económica, política y de hegemonía imperialista, amenazando el poder burgués, este recurre a la coerción total, a la represión y a la muerte, para restablecer su dominación dictatorial y reorganizar la producción y la sociedad, convirtiendo este aspecto coercitivo en lo dominante. Para lo cual, aprovecha el aparecimiento de un demagogo providencial, que, con una propaganda efectista y una simbología simple, exacerba los sentimientos de ira y frustración que por la situación crítica se vive, especialmente en las clases subalternas de la pequeña burguesía tanto urbana como rural, en los “estratos más bajos de la clase obrera” y en el lumpenproletariado.Y, para enfrentar el internacionalismo espontáneo de los obreros, incita al localismo más atrasado y a un nacionalismo irracional y feroz.
Es una suerte de revolución pasiva, es decir, una contrarrevolución social, regresiva, sanguinaria y violenta, liderada por la fracción financiera de la burguesía, dentro del bloque de clases dominante en Europa, durante la primera postguerra mundial. (1)
Segunda tesis: Quien habla de capital financiero, y se basa en el concepto científico elaborado en 1910, por el economista marxista Rudolf Hilferding; habla de los monopolios formados por la fusión del capital bancario con el capital industrial y a su vez, de una nueva fase en el desarrollo del capitalismo, que Lenin en 1917, describió en su conocido ensayo sobre el Imperialismo. Es decir: El fascismo es un desarrollo del Imperialismo moderno. Es una de sus caras.
No de cualquier Imperialismo, por ejemplo, el Imperialismo colonial español y portugués del siglo XVI, que exterminó a los pueblos indígenas de Nuestramérica y trasplantó cruelmente el continente africano a nuestro continente, sino del sistema Imperialista global moderno, iniciado a fines del siglo XIX (1875), descrito por el historiador Eric Hobsbawum en su libro, sobre el Imperio (2).
Tercera tesis: La crisis económica financiera y global y de hegemonía del capitalismo mundial, así como la lucha inter imperialista por el reparto territorial del mundo, que se venía madurando desde finales del siglo XIX, y se resolvió mediante la I Guerra Mundial con la hegemonía anglo-estadounidense y con la revolución bolchevique en Rusia; se vio agravada 12 años después con el colapso financiero de 1929, que precipitó la respuesta dictatorial sanguinaria desesperada y de extrema violencia de la clase capitalista dominante, caracterizada por testigos presenciales y víctimas, como Gramsci y Dimitrov (3) entre los más estudiados.
Cuarta tesis: La dictadura sanguinaria y violenta caracterizada por Gramsci como revolución pasiva, dirigida desde las alturas del Poder hegemónico hacia abajo, se efectúa para prevenir el cambio social de avanzada y revolucionario, utilizando todos los recursos de la tecnología y la técnica existentes en ese momento, como la sociología, la estadística y la psicología de masas, la “mass media”, la alienación masiva y la propaganda, así como las técnicas más refinadas del disciplinamiento social y de coerción, con la finalidad de cambiar radicalmente y a fuerza, el modo de vida y el pensamiento de las clases subordinadas y explotadas en ascenso peligroso, hacia una revolución social semejante a la bolchevique. Es, pues, es un reordenamiento anticomunista de base, reaccionario, conservativo y regresivo.
Quinta tesis: El bloque de clases dominante recurre al terror social y a la violencia política extrema, organizando militarmente matones provenientes del lumpen y sectores desclasados, a quienes previamente ha fanatizado con una prédica rasa de ideas anticomunistas y antijudías que, luego, uniforma: En Alemania con camisas pardas, en Italia con camisas negras y en España y Portugal con camisas azules, a quienes apoya con armas y dinero y protege con una impunidad total desde el Poder central. Además de los aspectos históricos y de clase vistos, el aspecto paramilitar es esencial para captar el fenómeno fascista.
Sin la confluencia de cuatro elementos, no hubieran logrado lo que lograron: Uno, las organizaciones paramilitares de asesinos impunes y matones lumpenescos. Dos, fanatizadas y alienados con el anticomunismo y el antisemitismo viscerales, surgidos del hecho de que un buen número de dirigentes comunistas eran de origen judío. Tres, además del terror social, el uso científico de la propaganda hecha con los más modernos y sofisticados medios de masas y de alienación con que lograron el apoyo definitivo de las clases medias subordinadas, y Cuatro, la ayuda dada por la ciencia social positivista, para aislar a la clase obrera de sus aliados, usando a las clases medias y el lumpen, dos clases sociales no proletarias.
Cuando Hitler reclama el Poder, ya había ganado las elecciones con una abrumadora mayoría de votos. Cuando Mussolini hace la payasada de la marcha sobre Roma, él mismo dice que el Poder le cayó a las manos como una manzana madura. Cosa semejante sucedió en el Estado Novo en Portugal, cuando se le entrega el poder a Salazar, y Franco, en España, llama a la guerra civil contra la república, cuando tiene el apoyo mayoritario de la oligarquía capitalista, los terratenientes rentistas, la aristocracia decadente y ha logrado separar a la clase obrera de las capas medias profundamente influida por los curas católicos. Este aspecto es necesario tenerlo en cuenta en el análisis general.
Sexta tesis: Queda claro, entonces, que el objetivo del fascismo no es un gobierno. Es el Estado como un todo, del que se apodera. Siguiendo la concepción gramsciana del Estado (“el Estado es hegemonía revestida de coerción"). Se puede afirmar que:
A) En la esfera de la coerción, el fascismo instaura un sinnúmero de policías políticas especializadas y fuertemente centralizadas (Estado policíaco de la Gestapo). Así como reorganiza completamente al ejército antiguo, hasta convertirlo en una gigantesca maquinaria numerosa y super especializada, magníficamente armada con los últimos desarrollos de la ciencia y la industria del acero, y con los últimos adelantos de la guerra en tierra, en el mar o en aire; reforzándolo en la sociedad con el eficaz correlato social y superestructural del “militarismo”.
Todo con el gigantesco plan geoestratégico de gran potencia de lanzarlo sobre Europa oriental, los Balcanes y la Unión Soviética, apoderarse de sus riquezas naturales y esclavizar (Zwangsarbeiter) las masas trabajadoras de esos Estados, requeridas o necesitadas por la creciente industria general y armamentística de la gran potencia germánica en rivalidad. Es el espacio vital o “lebensraum” reclamado por su superioridad racial, que intentó conquistar mediante el derecho de guerra.
¿Para dónde iba el poderoso y triunfante ejército alemán cuando fue detenido fatalmente en Stalingrado por el ejército rojo soviético, y cuando fue detenido en El Alamein, a las puertas del canal de Suez, por el ejército inglés? Estaba cumpliendo los planes del poderoso Estado Mayor del ejército alemán, de hacer una pinza militar para llegar a los campos petrolíferos de Siria, Irak e Irán cruzando el Cáucaso ruso, y por Egipto cruzar Suez, para, finalmente, cerrar el cerco militar con el encuentro de ambos cuerpos en los campos petroleros del Medio oriente. Pues, para la cúpula nazi fascista, ya era claro que el petróleo constituía el centro de la industria y el desarrollo de la sociedad alemana. ¿Qué buscaba Mussolini al apoderarse militarmente de Libia y Abisinia, si no era su riqueza petrolera y humana, en manos de los ingleses?
B) Las otras dos esferas del Estado burgués que el fascismo transforma, aboliendo previamente las demás instituciones demo-liberales existentes, son: Una, la función interventora del Estado en la economía que se torna “corporativa” y tecnocrática según lo confirma Walter Benjamin (4). Dos, en la hegemonía propiamente dicha, la transformación se realiza sin excepciones ni vacilación, en todas las supraestructuras de la sociedad: en la política, el sistema ideológico, la filosofía, el arte, la literatura, lo ético moral y lo religioso; así como en todos los Aparatos ideológicos del Estado.
La finalidad, también contemplada en el gran plan geoestratégico es, la de enajenar y alienar completamente a la sociedad con el irracionalismo; el antiliberalismo; el anticomunismo más feroz (Besser Tot als Rot = mejor muerto que rojo); la legitimación moral de la violencia y la muerte; la esclavización de las razas inferiores; la creación falsa de una raza superior inexistente; el biologismo racial para justificar la eliminación de los inferiores, débiles o enfermos; la creación de un arte pictórico con seres humanos de cuerpo perfecto y espectacular; la utilización del nacionalismo extremo, de la más rancia y reaccionaria tradición europea para crear la noción de “Nación predestinada a salvar la humanidad de la decadencia”; la mentira repetida mil veces hasta convertirla en verdad; la neo lengua de que habla Humberto Eco de eufemismos, medias verdades y medias mentiras, etc. El profundo cambio ideológico cotidiano en los comportamientos rutinarios hasta lograr su más completa interiorización y mecanización, como el saludo con el brazo en alto acompañado de la fórmula verbal ¡Heil! que significa en castellano algo así como “salvación”; cambios en las prácticas y actitudes vitales; el culto a la acción y al activismo de “vivir peligrosamente hasta el final”; el relativismo ético y moral; la utilización de las creencias religiosas; la manipulación mediática (el ambiente envenenado del que habló Mariátegui o la crítica ético moral y artística que hizo Walter Benjamín), la instrumentalización del fanatismo, del sectarismo y la intransigencia para satanizar a sus adversarios con fines políticos. El Castro Chavismo es el diablo, dice en Colombia, beatíficamente Uribe Vélez, seguido por sus secuaces.
Séptima tesis: La muerte industrializada: El sobrecogedor holocausto judío, que ha sido priorizado en múltiples análisis sobre el fascismo como tema central por su horror y repercusiones inhumanas, y que fríamente se ejecutó en los miles de “Lagers” o campos de concentración diseminados por Alemania, Polonia, Ucrania, Bielorrusia y demás países de la Europa oriental; debe, necesariamente incluir, a los miles de enemigos internos del régimen nazi fascista, como los comunistas, los prisioneros de guerra, los innumerables prisioneros de conciencia, testigos de Jehová, personas con discapacidad física y homosexuales, quienes junto a los judíos, esperaron inermes la muerte planificada, industrializada e irreversible.
Octava tesis: No es posible entender el fenómeno fascista sin la creación y teatralización de la figura del Führer providencial o demagogo mesiánico, ducce, caudillo, etc. En Colombia, el jefe de Estado con teflón al que nada se le pega. Todos sus rituales cuasi religiosos, shows, discursos de promesas milenarias y espectáculos de masas majestuosos e impresionantes estaban encaminados a crear una figura mítica, superpoderosa y providencial, que concentraba todo el poder del Estado.
Novena tesis: Es indispensable continuar leyendo a los clásicos de la tradición marxista, como de la ciencia política más reciente, que han profundizado en el estudio del fenómeno nazi fascista, para poder aclararnos en la teoría y en la práctica, cuál es la diferencia, entre régimen de excepción. Dictadura. Bonapartismo. Autoritarismo, y fascismo propiamente dicho. Solo así se podrá tener claridad para desmontar la ficción socialdemócrata del “totalitarismo” y del “populismo” tan en boga. También, para conocer y tener bien claros cuáles son los ropajes particulares diferentes y similares que ha ido tomando a lo largo de la historia en los diferentes países en donde ha triunfado, o ha sido impuesto por el neocolonialismo en Nuestramérica.
Décima tesis: Imperialismo, Fascismo y Contrainsurgencia, son conceptos diferentes cada uno, pero en Nuestramérica, forman un Todo histórico social y político práctico. Camaradas: Aquí, permítame explayarme un poco más, en lo que considero mi tesis concluyente de lo dicho hasta aquí. Para lo cual, pido su paciencia y benevolencia.
Finalizada la II guerra mundial se inicia un periodo histórico-mundial de fortalecimiento y expansión del capitalismo triunfante en la parte más desarrollada industrial y tecnológica del planeta: En el Noratlántico europeo-norteamericano, en el Japón reindustrializado y en centro de Europa destruido por la conflagración. Todo, en un clima de preguerra contra el comunismo (de cualquier versión) que también emergió triunfante de esta guerra como reto serio, definitivo y alternativo al capitalismo. Era la guerra fría, concebida como una etapa más de una guerra geopolítica más amplia y larga, contra el socialismo y el comunismo.
En la periferia global subdesarrollada y en disputa, el imperialismo vistió y adecuó con diferentes ropajes las ideas anticomunistas del enemigo interno elaboradas por el fascismo, para imponer en los Estados capitalistas dependientes o subdesarrollados, un reordenamiento institucional y económico, basado en el anticomunismo como idea central, que permitiera perpetuar indefinidamente la dependencia neocolonial, en lo que empezó a llamar su patio trasero.
En la atrasada y dependiente periferia capitalista latinoamericana, el periodo de entreguerras mundiales (1917-1939), existían varios dictadores militares sacados de la vieja tradición de gamonales militares, que gobernaron con el terror de cuadrillas de matones adictas, usados contra sus conciudadanos de oposición, o sospechosos de tener ideas de reivindicación social. Espadones y chafarotes, manipulados ampliamente en sus países respectivos por los militares y políticos estadounidenses en sus propósitos geopolíticos de dominación de la región.
Era la primera oleada de dictaduras terroristas de Porfirio Díaz en México, Juan Vicente Gómez en Venezuela, Uriburu y la junta militar en Argentina, Trujillo en la República Dominicana, Jorge Ubico en Guatemala, Tiburcio Carías en Honduras, los Somoza en Nicaragua. Eran “nuestros hijueputas” al decir de Nixon: La carne trémula y en descomposición, del personaje literario “modelo” del dictador de tierra caliente de Valle Inclán, García Márquez, Roa Bastos, Asturias, Vargas Llosa, Carpentier, entre los más conocidos.
Pero, es después del fin de la II guerra mundial, cuando se impone una segunda oleada de dictaduras de otro tipo: Dictaduras contrainsurgentes, ya francamente anticomunistas, con el objetivo de reordenar y reorganizar todo el Estado, que es prácticamente entregado a una máquina de coacción militar, dotada de armas e ideas por el militarismo imperialista estadounidense, para que mediante el llamado “consenso hegemónico”, adelante el disciplinamiento y la guerra social contra el enemigo interno comunista en cada uno de sus países y de esta manera poder desarrollar el capitalismo depredador en esta nueva fase de su desarrollo: hacer compatible la política con el desarrollo económico. El Mercado con el Estado. Entonces, empiezan a asolar el escenario latinoamericano las dictaduras terroristas de la segunda mitad del Siglo XX.
Veamos:
En 1946 se inicia como modelo en Colombia (Colombia siempre ha sido el “modelo”) las dictaduras falangistas conservadoras y abiertamente anticomunistas de Ospina Pérez y Laureano Gómez, que organizan la conferencia Panamericana de Bogotá de 1948 (comienzo de la OEA) y, a su vez, origen de la ejecución por parte de los servicios secretos estadounidense del líder popular de izquierda Jorge Eliecer Gaitán el 9 de abril de 1948, que da paso al conocido “Bogotazo” y, a la cacería de sus seguidores llamados despectivamente “nueveabrileños” y comunistas. Cacería a muerte, que se transforma en la guerra civil de la llamada violencia bipartidista de Colombia, con la que se lleva el capitalismo moderno al campo colombiano, y, en 1953, abre el camino a la dictadura militar anticomunista del generalísimo Rojas Pinilla.
Derrocado este en 1957, se continua el Estado plebiscitario del estado de sitio permanente de la dictadura del partido único del Frente Nacional liberal-conservador, creado en Colombia en 1957, por el pacto de Sitges, España, entre el exdictador falangista de 7 años atrás Laureano Gómez, con el ex secretario de la OEA Lleras Camargo, que como reacción da comienzo a las guerrillas de resistencia comunistas, camilistas y maoístas, hasta el día de hoy, constituyendo el llamado “conflicto histórico social y armado de Colombia”.
Para una mayor ampliación del significado del “Estado plebiscitario” del estado de sitio permanente creado en Colombia en 1957, mediante el pacto oligárquico de Sitges, se puede consultar mi ensayo escrito en 2019, en el portal de la asociación Jorge Adolfo Freytter Romero. Estudios sobre violencia Política en América Latina en el siguiente enlace: https://freytter.eus/article/75
En 1950, se reinstala en Nicaragua al célebre «Tachito» Somoza con su sanguinaria guardia pretoriana de paramilitares; seguido en 1952 por la colocación en el poder de las bien conocidas dictaduras militares de agentes de la CIA con sus matones y “tonton macoutes”: Batista en Cuba, Pérez Jiménez en Venezuela y Duvalier en Haití. Dos años más tarde (1954) se derrocó en un sangriento putsch invasivo, ejecutado directamente por el ejército estadounidense, al socializante Jacobo Árbenz en Guatemala y se instala el terror del coronel Castillo Armas. Ese mismo año, también se pone al general nazi Stroessner en Paraguay, quien instaurará una dictadura de 35 años de duración.
Cuatro años después de sucedida la Revolución Cubana, en 1964, se da un cambio de calidad en el modelo dictatorial latinoamericano, durante lo que pudiéramos llamar la tercera ola dictatorial latinoamericana, iniciada en Brasil, con lo que sería el modelo general de las dictaduras terroristas y contrainsurgentes de la Seguridad Nacional. Modelo expandido por toda Nuestramérica a partir de la dictadura de 20 años de Castelo Branco, Costa Silva, Garrastazu, Geisel y Figueiredo. En 1968, mediante un putsch palaciego sube en el Perú el general Velasco Alvarado, seguido en Bolivia por el sanguinario general Banzer (1971), y por el mayor Rodríguez Lara en el Ecuador en 1972. Al año siguiente (1973) se inicia la feroz dictadura uruguaya de 12 años de duración, de Bordaberry, Demichelli, Aparicio Méndez y Álvarez.
Modelo replicado unos meses más tarde, aquel fatídico 11 de septiembre de 1973, en Santiago de Chile que derrocó al eterno Salvador Allende y colocó en su remplazo a su jefe militar encargado de la defensa constitucional, el simulador nazi Pinochet, quien estableció “manu militari” el neoliberalismo depredador en Nuestramérica. A su vez, en 1976, se instala en la Argentina la implacable e inhumana dictadura militar de 7 años de Videla, Viola, Galtieri y Bignone, que, es derrocada por un gran movimiento de masas en 1985, dando a la opinión pública internacional la falsa impresión, de que se había concluido el ciclo de los tan repudiables regímenes fascistas instaurados por el Imperialismo y sus agencias de inteligencia.
Sin embargo, la realidad era muy otra: Al finalizar 1989 vendrá en el centro desarrollado del Noratlántico la caída del muro de Berlín, con el proclamado triunfo neoliberal definitivo a nivel global y fin de la Historia; seguido por una aceleración vertiginosa de la última revolución tecnológica digital, informática y robótica, que hizo instantánea la movilidad, por todo el globo terráqueo del capital financiero depredador, el aparecimiento de mafias y roscas neoliberales en la instrumentalización del Poder global-nacional, con su perfeccionamiento institucional ajustado y reorganizado para el mercado, a la acumulación de capital por el despojo de millones y a la depredación territorial y minera contemporánea.
En Nuestramérica, nos dan a conocer estos desarrollos, con la cruel invasión militar a la isla de Granada en 1983 para derrocar al comunista Maurice Bishop, que fue seguida en 1989 en Panamá, para derrocar a Noriega.
Como el capitalismo no se detiene y la historia tampoco, para comienzos del siglo XXI, hacen aparición plena las grandes potencias de Rusia y China, así como una serie de otras potencias de mediano desarrollo, como India, Pakistán, Turquía, Irán, Corea, y países del Sur pacifico, que entran a disputar a la tríada imperialista (USA-Europa-Japón) la hegemonía unilateral única y su geopolítica de control territorial exclusivo, forzando al sistema global del imperialismo defender sus patios traseros.
En el 2009, veinte años después de la caída del muro y del fin de la historia, se anuncia públicamente una profunda y grave crisis financiera, que se ha prolongado peligrosamente hasta el día de hoy, en forma de una verdadera multi-crisis que compromete a toda la civilización. Se da también como hecho social y político global el desmonte del Estado del bienestar en el centro capitalista desarrollado, acompañado del desplome del “centrismo social-demócrata, social-cristiano y liberal”. Y, basado en la última tecnología cibernética y comunicacional asistimos al resurgimiento de partidos parlamentarios xenófobos y neofascistas, que han empezado a llenar el vacío político dejado por el centrismo, y a ganar las elecciones en varios países de la Unión Europea.
Siguiendo el continuum establecido por Gramsci, confirmado por la ciencia social moderna, de crisis económico social profunda, crisis de hegemonía imperialista, guerra por el reparto del mundo, ascenso de masas revolucionarios y reacción contrarrevolucionaria de carácter fascista.
Podemos visualizar actualmente en Nuestramérica que, nos encontramos en una verdadera contraofensiva del hegemón imperialista en declive, quien ante el apremio global ha optado por hacerse fuerte en lo que considera su patio trasero natural, dominado y explotado sin ninguna dificultad desde 1822 (hace 202 años), cuando impuso a sangre y fuego la famosa doctrina Monroe. Y ha recurrido a otro avance cualitativo de sus intervenciones en el extranjero, actualizándolas con la última tecnología para la dominación social: “Los golpes blandos fascistas “de cuarta generación”, donde o se combinan la diplomacia, la agresión militar y el lawfare o guerra legal, para reemplazar a presidentes elegidos incómodos al poder imperialista, por algún corrupto sirviente local del capital financiero global.
Enumeraremos los más sobresalientes:
En 2002 en Venezuela contra el gran Bolivariano y antiimperialista Hugo Chávez por el conocido agente Pedro Carmona.
En 2004 en Haití contra el electo presidente Aristide secuestrado por un comando de fuerzas especiales estadounidenses con el apoyo de Francia, sumiendo a ese país en un caos social irrecuperable hasta hoy.
En 2009 en Honduras contra el presidente Zelaya.
En 2012 en Paraguay, contra Fernando Lugo.
En 2016 en Brasil, contra la presidenta Dilma Rousseff, destituida por el congreso, que subió en su reemplazo al corrompido Temer, para abrirle el paso al fascista Bolsonaro.
En 2019 en Bolivia, la destitución del presidente indígena Evo Morales.
En 2021, nuevamente en Haití, un comando paramilitar colombiano ejecuta al presidente Juvenel Moïse, como una contribución más, al caos social y político reinante allí desde hace décadas.
En 2022 en Perú, es destituido el presidente Pedro Castillo.
Y en 2022 en Argentina, es condenada la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner a la pena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.
Y para finalizar, este tortuoso recorrido, hoy septiembre de 2024, debemos señalar el golpe “cyber fascista” sangriento e incendiario, contra el sufrido pueblo venezolano, asediado por mil sanciones económicas y financieras impuestas desde el 2005, por el gobierno de los EEUU, el que aprovechando las elecciones presidenciales de este 28 de julio/24, logró conformar un peligroso grupo de agentes y servidores interiores contrainsurgentes como Machado y González Urrutia, quienes apoyados por gobernantes de países lacayos latinoamericanos, y utilizando la última tecnología cibernética de las redes sociales y el dinero fácil, armaron una gavilla de lúmpenes y desclasados, que al estilo de los camisas pardas hitlerianas, durante varios días llenaron de muerte, terror y llamas, hospitales, escuelas, plazuelas y calles pacíficas de varias ciudades en la Venezuela.
Con todo esto, ya no es fácil creer que la Historia humana ha llegado a su fin como lo proclamó en 1990 el profeta imperial Fukuyama o, que el nazi fascismo haya sido derrotado por la libertad demoliberal.
Por el contrario, lo que se impone a quienes están del lado correcto la historia, es decir, de su avance hacia la emancipación humana, en este momento crucial de la batalla universal de las ideas; es tener presente la relación íntima y profunda que se puede ver en nuestra historia reciente entre: Imperialismo, Fascismo y Contrainsurgencia, conceptos que son diferentes cada uno, pero que forman en Nuestramérica un Todo histórico social y político práctico, para así poder resistirlo, y, derrotarlo.
En Bolívar nos encontramos todos, y... claro todas.
Muchas gracias
Caracas, tarde del 11 de septiembre de 2024.
Bibliografía citada:
1. Gramsci, Antonio. El fascismo. La sombra negra de cien años de barbarie. Textos escogidos por Luciano Canfora. Ed. Altamarea, España, 2019.
2. Hobsbawm, Eric. La era del Imperio. Editorial Crítica, España, 2001, 408 págs.
3. Dimitrov, Georgi. Frente al fascismo. Ed. Sare Antifaxista, País Vasco, 2018.
4. Benjamin, Walter. Tesis sobre el concepto de historia, en Iluminaciones. Ed. Taurus, Madrid, 2018.
5. Togliatti, Palmiro. Lecciones sobre el fascismo. Ed. Cultura Popular S.A., 1977.
6. Buci-Glucksmann, Christine. Gramsci y el Estado. Ed. Siglo XXI, 1.a ed., España, 1978.
7. Poulantzas, Nicos. Fascismo y dictadura. Ed. Siglo XXI, 1.a ed., México, 1971.
8. Mandel, Ernest. El Fascismo. Editorial Akal, España, 1976.
9. Altamirano, Carlos. Dialéctica de una derrota. Ed. Siglo XXI, 1.a ed., México, 1977.
10. Duque, Horacio. La jerarquía católica y el fascismo en Colombia. Bogotá, 2018. Junto a la serie de textos sobre el fascismo en Colombia publicados en diversos portales de Internet.
11. Pinzón Sánchez, Alberto. Rebelion.org.