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¿Qué une a Colombia con Afganistán?

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

 

El Hegemón Imperialista de EEUU ha sido expulsado del Asia central esta última semana de agosto de 2021, tras 20 años de “guerra antiterrorista” en Afganistán, al que deja sumido en el caos imprevisible que como dijo el presidente ruso Putin en “una guerra de todos contra todos”.  Después de haber gastado en las dos décadas de guerra 2,2 billones de dólares americanos (algunos calculan un gasto de 300 millones de dólares cada día) y dejando una pavorosa estela de destrucción y muerte que según la información aproximada aportada por la concernida o implicada en la guerra como agencia británica de la BBC, es de 3.586 soldados de EEUU y de la OTAN muertos, 78. 314 soldados y policías afganos muertos, 84. 191 combatientes talibanes y opositores muertos y 75. 971 "civiles" muertos. Además, 200 mil desplazados internos, 5 millones de refugiados en el exterior que no pueden regresar a sus casas y un posible éxodo actual, después de la salida abrupta y apresurada del omnipotente y amenazante ejército de La OTAN, de otros 4 millones de refugiados, muchos de los cuales buscarán llegar a los países desarrollados de Europa y EEUU que como miembros de la OTAN participaron en esta guerra. (Ver cifras en  https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58255790 )

 

 

Toda una florida y macabra comprobación de cómo la famosa frase del mariscal prusiano Clausewitz, de que la Guerra es la prolongación de la Política, ha sido invertida por el Hegemón Imperialista al haber convertido la Política en un apéndice de la Guerraque fue desatada con el fin de alimentar la voraz y nunca satisfecha codicia y avaricia del llamado “complejo militar-industrial-financiero-de-los-EEUU”.

 

 

Sin embargo, sostengo la idea de que la gran cantidad de análisis sobre las consecuencias y el significado de esta contundente derrota para el Sistema General del Imperialismo Global con sus varios niveles jerárquicos de desarrollo capitalista e integración sistémica (SIG), que se han hecho (incluyendo este mío) y los que faltan por hacerse; serán provisionales y, demorará varios años en tenerse una completa valoración veraz y objetiva de la implicaciones geopolíticas y geoestratégicas de toda esta vergonzosa debacle.

 

 

Pues si bien, al ver las imágenes del caos en el aeropuerto de Kabul en estos días finales de agosto, muy parecidos a los ocurridos en la toma militar y política de Saigón por el Frente de Liberación de Vietnam y el ejército norvietnamita ocurrida los días finales de abril y concluida el primero de mayo de 1975; al hacer una contextualización histórica y politica necesariamente se debe concluir que son hechos históricos y políticos totalmente diferentes y distintos:

 

 

En Saigón hubo una derrota política y militar del ejército imperialista agresor y reaccionario de los EEUU por una organización progresista y revolucionaria de orientación socialista como fue el Frente de Liberación con sus aliados dirigido por el Partido Comunista de Vietnam fundado por los legendarios Ho Chi Min y el general Giap, que tras una larga, cruenta y costosa (en vidas humanas) guerra de agresión neocolonial, derrotaron política y militarmente al ejército más poderoso en ese momento en el mundo, dando una esperanza de lucha a la humanidad explotada y oprimida que en esos años luchaba por su liberación nacional y social.

 

 

Mientras que en Kabul se concluyó el colapso (previamente pactado en septiembre del año pasado en Doha, según fuente de la foto al final) de un ejército multinacional como es el de la OTAN, financiado multinacionalmente por el Sistema General del Imperialismo Global (SIG), arriba mencionado, que se desgastó inútilmente hasta su fracaso total tratando de quitarles militar y políticamente el control de los cultivos y la financiación de la base agrícola de producción y principal producto de exportación de Afganistán como es el opio, a una banda armada de clérigos ultra reaccionarios estancados ideológicamente en el siglo VI de nuestra era, que ahora se ha apoderado de una región de trascendental importancia geoestratégica en el Asia central, tras recibir el INMENSO regalo de todo un sofisticado arsenal de guerra de última generación y ultra tecnológico abandonado en todo el territorio de Afganistán, después de la vergonzosa huida del ejército de la OTAN y derrumbe del Estado títere afgano.

 

 

 Lo que es fácil comprobar al mirar las cifras de la ONU, aceptadas por la concernida BBC inglesa en el informe citado arriba; pues Afganistán en el 2001 cuando comenzó la “guerra contra el terrorismo” tenía apenas 8.000 hectáreas cultivadas en amapola, las que paradójicamente despues de 19 años de guerra, en 2020, ya llegaban a 224.000 hectáreas cultivadas con la planta precursora del opio que arrojaban a sus comercializadores 460 millones de dólares por cosecha.

 

 

Ahora bien. Este somero recuento no tendría importancia si no tuviera que ser relacionado necesariamente con la otra cara de la moneda de esta fallida e insensata guerra contra las drogas “War on Drugs”  que se ha desarrollado en la antípoda de Afganistán, en nuestra siempre recordada Colombia, desde 1998 (tres 3 años antes de la guerra del opio en Afganistán) cuando se empezó a ejecutar el Plan Colombia durante el gobierno conservador de Andrés Pastrana en medio de las negociaciones de paz realizadas en el Caguán con las guerrillas de las Farc-EP, y continuado con todo su furor militarista y contrainsurgente durante todo el periodo del “Uribato” (dos gobiernos del miniführer AUV, dos gobiernos del pérfido JM Santos y un gobierno del subpresidente Duque) para lo cual trataré de hacer una corta relación geopolítica, a continuación:

 

 

El portal noticias PIA (Periodismo Internacional Alternativo) ha puesto a disposición de los lectores de la Resistencia antimperialista en “Nuestramérica”, el manual de geopolítica, escrito por los profesores de periodismo y comunicación de la Universidad de la Plata; Fernando Esteche y Ana Laura Dagorret, el cual está disponible en el siguiente enlace :   https://puntoed.com.ar/libros/885/manual-breve-de-geopolitica-declinaciones-redespliegue-y-multipolarismo.

 

 

 Estos dos intelectuales del pensamiento crítico, comprometidos con el destino de los pueblos del mundo explotados económicamente o saqueados por el Sistema general del Imperialismo global (SIG) y exigidos por la Crisis Civilizatoria en la que se encuentra la humanidad actual que ellos analizan en detalle en el texto; hacen un balance histórico-analítico muy pormenorizado, esclarecedor y enriquecedor con categorías de la ciencia geopolítica y geoestratégica sobre la situación actual en la que nos debatimos los pueblos periféricos depredados por esos dos monstruos bíblicos del Poder burgués moderno (en el mar el Behemoth y el en la tierra el Leviatán) en que devino el “capitalismo en su fase superior”, según la clásica y contundente caracterización revolucionaria dada por Lenin en 1917. Hace más de un siglo.

 

 

Los profesores ponen en el centro de su análisis dialéctico superador (negación de la negación) la categoría de Imperialismo, discuten los diversos aportes revolucionarios dados por la ciencia política moderna, desarmando con un castellano claro, sencillo y comprensible el pavor natural que se le tiene a aquellos monstruos bíblicos, dándoles y definiendo o explicando en todo el texto, las (4) cuatro características terrenales que determinan su esencia en la actualidad:

 

 

 1) Financiarización.

 

 2) Militarización

 

 3) Caotización

 

4) Narcotización.

 

Características básicas a tener en cuenta por quien se acerque a analizar o relacionar los dos casos más floridos y paradigmáticos del accionar Imperialista en la periferia sometida y ocupada a través de la muy comentada “War on Drugs”: Afganistán y Colombia.

 

 

Ambos sumidos en el Caos. En la Narcotización o “traquetización” de la sociedad y de la economía al depender ésta en su mayoría de la gran exportación de narcóticos, opio en el Pamir afgano, coca en los Andes y selvas colombianas. En la Financiarización proveniente del gigantesco lavado de dólares del tráfico de estos narcóticos, y por último, en la Militarización contrainsurgente como consecuencia de la fallida guerra Imperialista contra el narco terrorismo.

 

 

Así mismo es fácil encontrar en el manual que traigo en ayuda en este análisis, otro elemento sin el cual no es posible llegar a la esencia de todo el fenómeno; la relación Imperialismo-Estado. Al desentrañar el manejo e instrumentalización que hace el Sistema General del Imperialismo Global (SIG) de cada uno de los Estados nacionales mencionados: Primero la utilización que se hizo del Estado Afgano capturado despues de los bombardeos iniciales y luego puesto a disposición para el  desarrollo de la guerra en todo el territorio “nacional”, así como el uso y manejo dado a la supraestructura jurídico politica dominante para involucrar a la población contenida en ese Estado,  basada en complejo mundo tribal y clanil pre moderno, con una ideología atrasada en varios siglos y estancada en el trabajo agrícola rustico de los cultivos de amapola extendidos por las montañas afganas: era “ganar el corazón y la mente de la población”, como ordenan los manuales clásicos de la guerra contrainsurgente.  

 

 

Y en Colombia, la forma como se ha utilizado el Bloque de Poder Contrainsurgente dominante (BPCi) con sus resabios gamonalistas y premodernos, conformado inicialmente después del pacto de Sitges en 1957, y consolidado durante los gobiernos autoritarios y militaristas del Frente Nacional que impusieron la moderna doctrina de la Seguridad Nacional en 1977, cuando empezó a darse la transformación agrícola de Colombia de productora masiva y exportadora del alcaloide cafeína, en productora y exportadora de otro alcaloide más potente llamado cocaína, hasta llegar al régimen contrainsurgente y narco paramilitar actual o Uribato aliado de la OTAN, que cuando empezó su fallida guerra contra las drogas (justo hace también veinte años) en Colombia existían 137.000 hectáreas sembradas de Coca, y hoy después de tanto dolor, destrucción, muerte, y, “War on Drugs”; la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca reporta para Colombia la cifra récord de cultivos 245.000 hectáreas cultivadas de coca, y la producción de 1.010 toneladas de cocaína que producen unos 450 millones de dólares por cosecha, colocando a este desventurado país como el primer productor de cocaína en el Mundo global

 

 

¿Entienden ustedes estimados lectores por qué el subpresidente Duque, ha aceptado tan dócilmente la orden Imperial dada por el Presidente Biden para que reciba como exiliados en Colombia (país aliado de la OTAN) a 4.000 oficiales afganos “colaboracionistas” (no colaboradores) de los ejércitos de la OTAN, especialistas en el caos y la debacle de la guerra de Afganistán?

 

 

Fuente Imagen:  BBC.com. El secretario de Estado Mike Pompeo y el jefe Talibán Abdul Ghani Baradar, sept 2020, firman el acuerdo de la retirada de la OTAN de Afganistán   https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58239054

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Colombia hacia la post verdad y las verdades relativas

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

La publicitada reunión privada del expresidente de Colombia Uribe Vélez rodeado de su familia y de todos los animales domésticos perros, gatos, marranos y caballos amansados que lo acompañan; con el sacerdote jesuita Francisco de Roux actualmente presidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad de Colombia, quien estuvo todo el tiempo acompañado de los comisionados Lucía González y Leyner Palacios; celebrada este 17 de agosto de 2021, en su conocida hacienda sinuana del “ubérrimo”, programada mediáticamente con mucha antelación y con un guión escrito publicitado e impuesto de antemano por el entrevistado para dar “su” verdad ante tal Comisión; ha sido analizada desde muy variados ángulos:

 

 

Desde la Historia, ¡histórica! Desde la política, abrebocas electoral para el año entrante. Desde la literatura, el gamonal y el capellán de la hacienda. Desde la ética, dos hombres uno sub judice en espera de ser juzgado por la Corte Penal Internacional y otro un asceta pacifista master en economía de la Sorbona de París y en el London School of Economics. Desde la religión dos versiones del catolicismo, la del lefebvrismo integrista de la Tradición Familia y Propiedad enfrentado a la posmodernidad global de la poderosa y rica compañía de Jesús. Desde la filosofía, la verdad absoluta de la metafísica contra la verdad múltiple y compleja de la verdad posmoderna “de cada quien según su propia verdad”.

 

 

Desde la multimedia, una excelente puesta en escena de típica exhibición mafiosa colombiana del poder y la riqueza, usted no sabe quién soy yo, vamos jalándole al respetico, usted es un invitado sin ninguna representación oficial que no tiene ni reconozco. Jerárquicas nítidas, manteles floreados donde según un caricaturista darán sopa y seco a la verdad, el entrevistado arriba, los comisionados un poco más abajo, coro de animales, interrupciones de familiares situados fuera de la cámara, platos desaboridos con sabor fecal, en fin…. Toda una escena mediática impresionante.  

 

 

Y desde el discurso, seis 6 verdades incontrovertibles convertidas en Razones de Estado: 1) Nunca hubo conflicto social armado en Colombia, solo una amenaza terrorista. 2)  El acuerdo de la Habana/16 es ilegítimo y las instituciones de paz creadas como la Comisión de la Verdad, la JEP, y el sistema de búsqueda de desaparecidos son espurias. 3) El “rumor” de los falsos positivos fue “a mis espaldas” y cuando se comprobaron, la culpa fue de unos soldados traidores (lo que recuerda la última amargura de Hitler en el búnker de Berlín poco antes de su muerte aquel memorable el 1 de mayo de 1945, culpando a “su” ejército de “su” terrible derrota).  4) Las Convivir narco-paramilitares nunca tuvieron armas largas, eso se dijo por el desespero de tanta violencia. 5) Las extradiciones de los jefes narco-paramilitares desmovilizados a los EEUU, no fue para callarlos sino exigencia de los EEUU y, Luis Carlos Restrepo, el tierno fugitivo de las falsas desmovilizaciones fue un excelente funcionario que logró tales desmovilizaciones. 6) Colombia necesita una amnistía general (pues ya ha quedado claro que la impunidad no puede ir más lejos y los fiscales de la CPI están a la espera).

 

 

Con esto, y para sustentar la verdad de mi argumentación; me permito traer la definición del neologismo de origen inglés “postverdad”, dado por una autoridad idiomática como la Real Academia Española (RAE) así: “Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales. Los demagogos son maestros de la posverdad.”  https://dle.rae.es/posverdad.

 

 

También denominada simplemente “mentira emotiva deliberada”, que nos remite a aquel viejo término acuñado por los Nazis de Propaganda. Claro que actualizado con el poderío tecnocientífico y teleinformático actual de los gigantes de la comunicación, la falsimedia especializada, y la decadente teoría del Postmodernismo como cobertura ideológica del actual capitalismo neoliberal de la globalización imperialista, que nos ha insuflado suavemente, a través de las múltiples instituciones supraestructurales de que dispone como escuelas, universidades, partidos políticos, ong´s, Iglesias, y demás aparatos ideológicos de Estado (AIE de Althusser), el cuento de las verdades relativas “de cada quien su verdad”, como por ejemplo las 6 verdades citadas expuestas como “Razones de Estado” en la comentada reunión de la hacienda-cárcel, legitimadas con la solemnidad y la cobertura de una institución para la paz como la Comisión de la Verdad de Colombia.

 

 

Verdades relativas que en última instancia actúan como un soporte real de una Post Verdad mayor que tiene claros fines ideológicos y políticos: eliminar la ficción burguesa de la igualdad de todos los ciudadanos frente al Estado, al relativizar la verdad de un representante de la legitimidad y la legalidad de un Estado como lo es un ex presidente de una democracia, con la verdad de un guerrillero rebelde alzado en armas contra ese Estado que ha calificado previamente como delincuente antisocial y combatiéndolo con todo el peso de la Ley y la Legitimidad.  

 

 

Cuando la paz en Colombia necesita realmente algo diferente a una post verdad y, a las verdades relativas postmodernas: Una verdad verdadera que reivindique a los 10 mil muchachos fusilados por el ejército oficial legítimo, que fueron luego disfrazados como guerrilleros, y dé reparación a las madres de ellos. A los 8 millones de víctimas del conflicto social armado que existió en realidad. Una verdadera Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de tal conflicto, que dignifique la historia de Colombia (tan mancillada, agraviada y retorcida) con conceptos creíbles y esclarecedores que den sosiego a los atormentados colombianos que se debaten en la peor crisis moral y ética sufrida como nación. Y que tampoco sea un apéndice de la concepción intermedia y metafísica sobre la Paz y la Verdad, que tenga alguna comunidad religiosa por poderosa y rica que sea.

 

 

Fuente imagen Internet:  verdadabierta.com

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La piel de Zapa de Iván Duque

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

Como el personaje central de la conocida novela del gran Balzac Piel de Zapa (1) “La peau de chagrín”, el joven y prometedor cuadro de la oligarquía antioqueña Iván Duque, recibió del su mentor personal y político una piel mágica, que por sobre sus limitaciones personales, mediocridad intelectual, adiposidad y esteatopigia, le permitiría cumplir todos sus deseos.

 

 

Un talismán que lo convertiría en el presidente de Colombia y en el hombre más poderoso y admirado en su país y tal vez de toda Latinoamérica, y a su esposa, en la mujer mejor vestida de toda la cultura occidental y cristiana.

 

 

Pero como en la realidad existen las contradicciones (las que en todos los casos conviene tener presente) a medida que se cumplía cada deseo, la piel se iba encogiendo hasta prácticamente quedar reducida a la nada y llevar irremediablemente al poseedor del fetiche a la tragedia. Más o menos lo que las personas narcisistas se dicen frente al espejo en su cumpleaños: “un año más de vida, pero uno menos que vivir”, o su equivalente fascista que mientras más mata, más muere.

 

 

Esto es lo que el joven Iván Duque presidente de Colombia, ha mostrado en el discurso oficial este 07 de agosto/21, a un año de la culminación de su mandato presidencial, con la agonía que deja traslucir su piel sebácea impregnada de menjurjes, su pelo cenizo de canas artificiales con aire de sufrimiento y su mirada mentirosa de fracasado, guiñada por del odio intenso a los enemigos internos y opositores, a quienes les juró no darles tregua en cada minuto de los 356 días restantes de usufructo del Poder  de la “zapa mágica”, otorgada por el titiritero que le insufló con un soplo la vida pública.

 

 

Pero resulta que el amuleto entregado por el titiritero que lo puso en la presidencia, también estaba determinado o condicionado al encogimiento de otro artificio mágico más grande y en proceso real de retraimiento o encogimiento; resultado de la derrota y crisis hegemónica del Imperialismo estadounidense en Asia central, en Siria, en Irán, etc, y ahora, con la retirada apresurada de Afganistán que pinta peor que el desastre de hace 46 años en Vietnam. Que ha obligado al Hegemón a concentrar sus fuerzas y esfuerzos en su Patio Trasero de nuestramérica, especialmente en su portaaviones más grande que posee en todo el continente americano, llamado Colombia.

 

 

El manipulador de los hilos en Colombia, según la inscripción enigmática del cuero mágico que le entregó a su marioneta, lo remitía a la básica doctrina escolástica de dividir el mundo entre Buenos y Malos, entre los dos demonios de la comisión de la verdad y la JEP, enfrentados a la gente de bien. Indicándole además, que para continuar usufructuando las mieles del Poder en la fría sabana bogotana debía aliarse con el pelucón rubio y posudo “bullshiter” gobernante en el Norte. Lo que hizo.

 

 

Sin embargo, el destino dio un giro inesperado reemplazando a éste por su animadversor, un gagá olvidadizo, quien pronto le hizo saber a la marioneta su preocupación por la utilización inadecuada y “extraña” de los millones de dólares girados desde sus arcas de Fort Knox en Kentucky Estados Unidos, para erradicar los cultivos de coca en Colombia y que paradójicamente, a pesar de los giros, estaban en aumento en los “woods” (montes) de ese país.

 

 

Vino entonces el cambio de Fachito, el bareto embajador en Washington, por una brujilda más acorde con los secretos de los sortilegios y las cosas de la magia, y claro, mayor sometimiento y entrega a las políticas imperiales contra Cuba, Venezuela, Nicaragua y contra cualquier obstáculo al “despliegue geoestratégico” en el Patio Trasero latinoamericano.

 

 

 Pero como siempre hay un pero, la rueda de la fortuna continuó en movimiento y la movilización popular pudo derrotar al heredero de Pinochet en Chile, y el humilde profesor rural Castillo pudo darle un sombrerazo al Uribismo golpista del Perú. Entonces el grupo de Lima creado para derrocar al presidente de Venezuela se evaporó por arte de magia y la Alianza del Pacífico tuvo que ser trasladada al Atlántico-norte: a EEUU, Canadá y Europa.

 

 

Y, Venezuela como Nicaragua, siguieron su marcha. Cuba fortalecida por la solidaridad mundial y por su pueblo combativo, supo hacer abortar la intentona de una revolución mediática color naranja de las ONG s proyanquis, y en otro giro inesperado, ahora resulta que se ha tornado indispensable para Colombia en unas posibles “negociaciones con el ELN”.

 

 

En lo interno, la zapa mágica siguió encogiéndose: Por un conflicto social armado sin solución a la vista y más bien en proceso de reciclamiento. Por una Paz que también se fue comprimiendo paulatinamente primero al Acuerdo de la Habana /16, el que luego se redujo a su implementación simulada y esta, finalmente reducida a que no exterminen más los odiados ex combatientes de las Farc, ni a los odiados líderes sociales proclives al terrorismo.

 

 

Fuera de esto, los coletazos de la Pandemia Covid. Del Estallido Social 28 abril 21 con su prolongación en el Paro Nacional con sus múltiples reivindicaciones populares y civiles presentadas e incumplidas. La captura de los narco-para-militares oficiales formados por el US Army para la exportación como mercenarios, capturados en plena operación encubierta en Haití, y, el escándalo de los ex militares, ministros y presidentes que dieron las órdenes para que se dieran los repugnantes crímenes de guerra de los llamados Falsos Positivos; necesariamente alarmaron y preocuparon a la Opinión Pública Mundial, como a los Fiscales de la Corte Penal Internacional. Resultado: un achicamiento más del artificio mágico. La imagen pública del presidente (según la firma de encuestadores estadounidenses Invamer-Gallup-Harris Interactive) fue rechazada por el 76% de los colombianos encuestados.

 

 

Pese a lo anterior, la novela de la piel de Zapa de Iván Duque está lejos de concluir. El bloque de Poder dominante en Colombia, a pesar de la contradicción interna Uribe-Santos, tiene en sus manos y dispone a su antojo de todo el Poder, no solo armado interno, sino el económico, el desarmado, las instituciones y las Iglesias, como el sostén irrestricto del Hegemón que no va a entregar fácilmente un portaaviones fundamental como Colombia.

 

 

Es prudente pues, analizar correctamente lo sucedido recientemente en el Perú, que ha sido puesto por algunos despistados de la Izquierda colombiana como ejemplo y meta alcanzable fácilmente. Ojo, la sorpresa de Castillo dada al Fujimorismo (hermano carnal de la contrainsurgencia colombiana) es probable no se repita en alguna otra parte dadas las singularidades de la lucha del Pueblo Peruano. El Fujimorismo con todo lo sanguinario que es y ha sido, no le da a los tobillos a su par en Colombia, y quienes desde ya se soban las manos contando con una victoria presidencial el próximo año, es probable tengan un desengaño si desde ahora si no recurren a una organización popular amplia, democrática y unitaria tipo Frente Antifascista por la base, que no subestime ninguna forma de movilización de masas y vea la contienda electoral venidera como una etapa más en hacia la segunda independencia de Colombia, por la cual se viene luchando desde hace casi doscientos años. Desde 1840 cuando F.P. Santander, traicionando el ideario Bolivariano, angurrioso de los empréstitos extranjeros entregó el Pueblo Trabajador colombiano al Poder financiero del Imperialismo anglosajón en avance.

 

 

Le fue más fácil al gran Balzac escribir tan significativa y sugestiva novela.

 

 

Fuente imagen internet : Momento 24.co 

 

Nota.

(1) Balzac, Honoré Piel de Zapa. Editorial. Alianza. España edición marzo 2021. Traducción de Julio C. Acerete. 352 págs.

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Poder Constituyente, Proceso Constituyente y Constitución

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

 

PARA LOS COMPAÑEROS DE LA RESISTENCIA EN COLOMBIA, OBJETIVO PERMANENTE DE MIS ESCRITOS.  

 

 

El bloque de Poder contrainsurgente dominante en Colombia, “es un poder histórico constituido”, respaldado por una Constitución, la de 1991 y por unas Instituciones que ejercen dicho poder mediante la coerción (represión) y la hegemonía, es decir como dijera Gramsci refiriéndose a esa correlación de fuerzas llamada Estado moderno: hegemonía revestida de coerción (E=H+C.)

 

 

Ese Poder Constituido o Constitución, no cayó del cielo como todavía muchos creen en Colombia. Ni vino en un navío como los virreyes coloniales de la reverenda madre Patria. No. Hubo un proceso social previo, o Proceso Constituyente, movido por una intensa lucha de clases en los años anteriores que bien se puede ubicar a comienzos de la década de los 70, cuando se inicia el ingreso de Colombia al circuito global del narcotráfico y los gobernantes en Washington Nixon y Kissinger, orientados por la escuela ultra neoliberal de los Chicago boy´s, dan los primeros pasos violentos en América Latina para hegemonizarla con esa concepción autoritaria de acumulación capitalista demandada por el sistema global del Imperialismo, cuyo paradigma geopolítico universal fue el golpe genocida del fascista Pinochet en Chile, el 11 de septiembre de 1973. Fecha para recordar siempre.

 

 

La conclusión o finalización de ese contradictorio y complejo Proceso Constituyente, bastante conocido por sus bombazos, genocidios, masacres, despojos, secuestros, guerra de guerrillas con sus respectivos procesos de paz abortados, et cétera ( que no me es posible desarrollar con todas sus atrocidades en este breve escrito), sacó a la luz pública, o hizo aflorar, o eclosionar, una nueva clase social burguesa o ultra capitalista: los narcotraficantes o “traquetos”, ligada a los negocios del narcotráfico desde Miami USA, donde se formó el “capo” Pablo Escobar antes de venir a “Mereyín” a organizar su clientela familiar y a sus “benditos muchachos”.  Esa clase social “traqueta”, ridiculizada por los aristócratas bogotanos como “lobos o nuevoricos perratas”, pronto hizo metástasis comerciales en la mayoría de las grandes ciudades que, para su fortuna hay en Colombia, y así, pronto surgieron grupos cerrados, en algunos casos familiares de narcos en Cali, Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, y Villavicencio, etc, los que la sabiduría popular denominó “mafias” por su combinación de una violencia ilimitada con los negocios “torcidos”.

 

 

Esta clase social a pesar de ser emergente y en cierto sentido ir contra el Estado plebiscitario constituido después del pacto de Sitges/ 1957 entre Lleras Camargo y Laureano Gómez (recuérdese todos los panfletos, matada de ministros y políticos del régimen, y la guerra de bombazos del cartel de Mereyín contra el Estado), por su carácter reaccionario y violento terminó siendo funcional al Estado colombiano existente; pues siguiendo la experiencia “encubierta” o contrainsurgente estadounidense sacada a la luz pública en el sonado caso “Irán-Contras  y del teniente coronel del US Army Oliver L. North” , de usar los abundantes dineros de los narcotraficantes para financiar el combate a las insurgencias antiimperialistas y antioligárquicas que surgieron en Centroamérica en las décadas de los 70 – 80 y las que aún persistían irresolutas en Colombia; fueron cooptadas por los militares del ejército colombiano para desarrollar y ampliar la lucha antisubversiva. Así surge la alianza con el capo lumpenesco bogotano Gacha, jefe del brazo militar del cartel de Mereyín, con el alto mando militar colombiano para crear los grupos fundadores de narco-para-militares.

 

 

No es cierto que las mafias hubieran infiltrado a los militares: las numerosas investigaciones históricas sobre este tema existentes en Colombia y el exterior, muestran el proceso contrario: Los militares contrainsurgentes colombianos infiltraron a los “traquetos” para su lucha antisubversiva. Surge entonces la necesidad histórica de incluir dentro del Estado, dentro de la represión y su hegemonía, esta nueva clase funcional impuesta de hecho como un Poder Constituyentesurgida en el panorama político por medio de dinamita, masacres, genocidios, despojos, fosas comunes, charcos de sangre y millares de víctimas.

 

 

Es entonces cuando la caricaturesca réplica pereirana y pastusa de los Chicago boy´s (Gaviria y su kindergarten bien orientada desde Chicago) concibe y propone en 1991 una Asamblea Constituyente (que excluye  a propósito con el bombardeo a Casaverde a las insurgencias) para modificar el Poder constituido o Constitución que se traía desde 1886, Con la finalidad de incluir esta clase emergente e innovadora dentro de los innumerables negocios neoliberales especialmente los ligados con la tierra y los servicios financieros de lavado de dinero.

 

 

El resultado fue, esa mezcla fatídica de “neoliberalismo y contrainsurgencia impune” que ha caracterizado a la Constitución de 1991 durante todos estos últimos 30 años de guerra interior o conflicto armado; convirtiendo en papel mojado los pocos Derechos Humanos reconocidos “demagógicamente” en dicho texto constitucional. En 1991, después de un breve proceso electoral deslegitimado por una gigantesca abstención, había nacido una nueva hegemonía y una nueva forma impune de coacción, y con este fin se crearon en ese texto, especialmente la Fiscalía junto con las otras Ías, y el sin número de superintendencias para cada ramo de la economía incluyendo a la salud como negocio financiero, que darían al público la sensación, solamente la sensación, de que había un serio y estricto sistema de vigilancia y controles estatales a los negocios neoliberales y contrainsurgentes desatados.

 

 

Recapitulando: Para la ciencia política actual, una cosa es la Constitución o Poder Constituido. Otra bien distinta es el Proceso Constituyente que le da origen y llega hasta la redacción de la carta magna, y otra muy distinta es el nuevo Poder Constituyente, alternativo, innovador que hace surgir una nueva Constitución, que en esta descripción se ejemplifica con la clase de los narcotraficantes colombianos que fuerza la nueva redacción magna.

 

 

Con esta aclaración voy al grano. Asustados por el ejemplo contagioso del Estallido Social en Chile que ha condensado los tres conceptos: 1 Poder Constituido o Constitución a renovar. Poder Constituyente nuevo, alternativo, innovador, surgido en la calle y en la gran y persistente Movilización Social que deslegitimó e ilegalizó políticamente el omnímodo Poder del paradigmático del experimento neoliberal fascista chileno y 3, el Proceso Constituyente que se acaba de citar para dar forma a la nueva carta magna chilena y que ha escogido como su presidenta a la aguerrida luchadora Mapuche Elisa Loncón; el bloque de poder dominante en Colombia contando con los cooptados socialdemócratas de las clases subalternas, ha iniciado una ofensiva mediático-ideológica para, mediante un pase de prestidigitación muy de su talante histórico, hacer un amasijo entre lo político y lo jurídico; un revoltillo ininteligible que impida ver, distinguir, o separar los tres conceptos arriba explicados, con sus implicaciones tanto políticas como jurídicas y organizativas.

 

 

Es entendible que los ruiseñores del régimen digan, defiendan, escriban propaganda y publiciten únicamente los pocos aspectos demagógicos que contiene la Constitución de 1991 especialmente relacionados con algunos Derechos Humanos tardíamente reconocidos y que en estos 40 años de conflicto social armado, ahora durante el llamado posconflicto y el actual Estallido Social de Marzo/21 hayan sido borrados completamente de la vigencia constitucional, como lo acaban de confirmar innumerables agencias internacionales concernidas con la defensa de  estos derechos,  incluso la ONU entre otras.

 

 

Pero lo que sí resulta patético y preocupante es que algunos intelectuales y politólogos que se autodenominan marxistas, escriban repelos contra los jóvenes movilizados de la Resistencias en las calles y barrios de las ciudades colombianas, quienes siguiendo el ejemplo contagioso de Chile han pedido colectivamente con gran visión política y sintiéndose una fuerza social nueva, como un nuevo Poder Constituyente alternativo e innovador; han pedido de múltiples formas que se redacte una nueva constitución en Colombia que le dé cabida a las nuevas fuerzas sociales y respete las conquistas democráticas y humanas contenidas en la constitución vigente, y se inicie un Proceso Constituyente amplio, democrático, incluyente, precedido de un sin número de Asambleas Populares, de calle, de barrio, de circuito y de Provincia; ampliamente deliberativas y definitivas que terminen en la elección democrática de los delegados a una gran Asamblea Nacional Constituyente muy distinta de las constituyente de bolsillo que tiene entre-pecho-y-espalda los contrainsurgentes dominantes.    

 

 

Arguyen los socialdemócratas vestidos de marxistas, que lo que debe hacer el régimen actual para dar continuidad al Estado vigente es: “ que en lugar de una nueva constitución, la que no se necesita, de lo que se trata es de desarrollar normativamente, de expandir vía parlamentaria la constitución vigente”. Creyendo ingenuamente que “esta vez sí”. Que el pudridero del Parlamento colombiano no seguirá en el círculo vicioso en el que ha estado todos estos años legislando en beneficio de los conglomerados financieros hegemónicos y de los jefes contrainsurgentes y matarifes impunes, postergando la solución de los problemas estructurales que agobian y destruyen al país desde hace siglos.

 

 

 Treinta (30)  años de guerra contrainsurgente cruel e implacable con millones de víctimas populares y de las clases subalternas no les son suficientes. Como tampoco les sirve el ejemplo del pacto Santos – Timolíon /2016, donde precisamente una fuerza guerrillera de orientación marxista que no había sido vencida en combate, y que aspiraba a ser, a convertirse, en un Poder Constituyente alternativo democrático mediante la refrendación de dicho pacto con una Asamblea Constituyente; terminó siendo abortada, perdiendo toda Fuerza tanto politica como social o armada, y quedando relegada a ser menos de un cero a la izquierda en lo electoral, y en lo social, un mero un “objetivo militar” para los narco-paramilitares oficiales que no solo les siguen exterminando como excombatientes, sino destruyéndoles y aniquilándoles, mediante un execrable genocidio social, todo el poco tejido social de las antiguas bases sociales donde pudieran tener alguna simpatía. Rechazados y odiados por los contrainsurgentes dominantes como criminales de guerra y secuestradores, ahora en esas regiones donde antes tenían audiencia, también son rechazados y odiados como traidores a sus ideales que proclamaban. Más odio por los cuatro costados es imposible de recibir y por lo tanto, es indispensable e imperativo corregirlo.

 

 

Con esto dicho. Es indispensable que los compañeros de la Resistencia colombiana surgida a la luz pública en esta gran Movilización Social no se dejen meter gato por liebre. Que sepan diferenciar los tres procesos distintos y complejos, arriba descritos, y ubicar las fuerzas de las que disponen para cada uno de ellos, en cada sitio y momento concretos. Es el momento histórico de organizar nuevamente nuestras sociedades de manera democrática, popular y amplia hacia una Democracia avanzada y popular. Así también lo han entendido otros pueblos hermanos de la Patria Grande, cada uno con su singularidad en estos momentos de la gran crisis del Estado neoliberal global, y, ya no es posible, dada la cantidad enorme de experiencias acumuladas, permitir que la rueda de la historia gire una vez más hacia atrás.

 

 

Fuente imagen Internet: Bolivar señala el norte

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El viejo topo saca su hocico en Colombia

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

Después de dos meses del Estallido Social que empieza a entrar en reposo, es evidente que su magnitud y masividad han sido la mejor encuesta que pueda tener cualquier sociedad. Dicho en términos médicos; la convulsión ha cedido pero la enfermedad epiléptica sigue ahí, y lo peor, con tendencia al agravamiento. Así lo muestran los innumerables y perturbadores hechos sociales ocurridos en los últimos meses: Colombia ha entrado en un nuevo ciclo histórico, determinado por la nueva-vieja táctica de violencia política y demagogia esperanzadora, usada históricamente por las clases dominantes (actualmente caracterizado como bloque de poder contrainsurgente BPCi) con la que ha resuelto espasmos sociales y convulsiones periódicas similares, que por la disgregación y división (también histórica) de las clases subalternas, les ha permitido sortear eficientemente y con total impunidad .

 

 

Sin embargo, esta convulsión ha sacado a flote algo que las otras no lo habían logrado hacer: El agotamiento del proyecto histórico oligárquico-imperial que en el periodo histórico actual de crisis civilizatoria general y pérdida gradual de la hegemonía estadounidense ha entrado en una fase definitiva y de resolución. Quizás no inmediata, sino en un proceso un poco más largo y complejo, que un miembro ponderado de la “intelligentzia” oficial, el exrector de la Universidad Nacional y vocero del empresariado israelita en el país que se expresa regularmente en el periódico semi oficial El Tiempo, Moisés Wasserman, ha dibujado en su última columna 24 junio 2021 con esta impactante frase: nos acercamos al límite de la viabilidad como nación”(ver https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/columna-de-moises-wasserman-sobre-la-situacion-en-el-pais-598573)

 

 

Pero dicha estrategia violenta y demagógica no se da en el vacío. Debe ser Aquí y Ahora, es decir específica y adecuada a la realidad y al momento actual, y para ello ha echado mano de tres gruesas tácticas:

 

 

1- Convencer a la sociedad colombiana movilizada que la Legitimidad y Legalidad del Poder perdidas en el estallido social se volverán a recuperar mediante el remedo de unas “elecciones seguras y creíbles” en el próximo año en las que nadie cree, aunque sea con algún personaje “de oposición”. (¡Ay! de los ejemplos electorales aún recientes del Ecuador, Perú y Bolivia, con sus correspondientes quinta-columnas implementadas por la OEA y Agencia Central de Inteligencia para dinamitarlas por dentro) De aquí la proliferación ante la población totalmente descreída, de uniones electorales y coaliciones “esperanzadoras, decentes y humanas” entre varios personajes desacreditados totalmente por su corrupción, clientelismo, perfidia, o por su “camaleonismo”, hábilmente presentados como salvadores de Colombia por la falsimedia adicta al régimen. Y las riñas electoreras del señor Alcalde de Bogotá con los extremos-idénticos-del descrédito: con el sensible y tierno ex gerrillo Lozada, y con el magnánimo matarife Uribe Vélez para posicionar su “creíble centro”.

 

 

2- Convencer a la sociedad colombiana movilizada de que no hay problemas estructurales en la sociedad por resolver (de que no hay una complicada enfermedad epiléptica de fondo que produjo la convulsión) sino que como lo dice el jerarca jurisconsulto del falangismo en Colombia, el héroe de invercolsa, eminentísimo señor Fernando Londoño Hoyos (vulgarmente Londoyos), en su trinchera escrita de las dos Orillas 28, junio 21, “estamos nadando en coca”.

 

 

Leamos la simpleza de su pensamiento unicausal: …” Para que no se desgaste tanto el aparato investigativo del Estado, que nunca dirá lo que pasó, le economizamos el trabajo y las recompensas. Al Presidente lo quiso matar el narcotráfico. ¿Estamos?

 

 

También fue el narcotráfico el que puso la bomba en la Escuela de cadetes General Santander y las tres que estallaron en la Brigada de Cúcuta; el que ha humillado al Ejército cuantas veces ha querido, obligándolo a salir, como perro regañado, de los centros de producción de cocaína del Cauca y del Caquetá; el que mantuvo cerrada la Carretera Panamericana durante meses; el que hace poco atacó una base militar de la que salieron en fuga vergonzosa los que cuidaban las instalaciones petroleras adyacentes; el que quema camiones, cuando le da la gana, en la carretera que lleva de Medellín al mar; el que paralizó, semanas enteras, el Puerto de Buenaventura y las exportaciones colombianas y las importaciones esenciales para el país; el que montó las barricadas que dejaron sin comida millares de personas en Cali, Popayán y Pasto; el que ha duplicado este año las cifras dramáticas de desplazamientos campesinos; el que ha vuelto pedazos a Bogotá y ha reducido al fuego los medios de transporte masivo de la capital y de Cali; el que ha montado retenes en todas las carreteras, sin que pueda hacerse nada para eludirlos sin el pago repugnante de la cuota fijada para esa extorsión; el que desde las llamadas ollas del micro tráfico produce los más altos niveles de inseguridad ciudadana que nunca se conocieron.

 

 

No es fácil entender, conociéndose como se conoce el enemigo, por qué no se lo ataca. Por qué se mantienen maniatada la Policía y maniatado el Ejército para que cumplan de verdad y a fondo su tarea. Por qué no despegan los aviones con el glifosato para erradicar sus cultivos. Por qué no se extraditan esos bandidos. Por qué se insiste en la parodia de mantener en el Congreso a los criminales a los que Santos entregó el país. En suma, por qué no se hace nada contra el enemigo que por muy poco no asesinó al Presidente y a sus Ministros.

 

 

La noticia del atentado llegó de la mano de otra, que el Gobierno ha querido en vano opacar. Los cultivos ilícitos están disparados. El área sembrada de coca voló a la cifra astronómica de doscientas cuarenta mil hectáreas, de las que producen tres veces más cocaína que hace quince o veinte años. Hablando literalmente, sin aspavientos retóricos, estamos nadando en coca. Poner en entredicho esa cifra escandalosa porque contrasta con la de las Naciones Unidas en la llamada SIMCI, es una simple tontería. El dato de la Secretaría de Estado es producto de mediciones tomadas con satélites y no tiene contradicción posible. Este paro, de más de año y medio, no ha servido más que para multiplicar las siembras de coca y la producción de la mil veces maldita cocaína” …. https://www.las2orillas.co/matar-al-presidente/

 

 

3- Y precisamente, relacionado con los hechos complejos que relata el señor Londoyos que él atribuye a una causa única, es por lo que se pone en marcha una vez más o se reactivan, las maniobras militares conjuntas colombo gringas, en el “avispero” (como lo llaman varios analistas) en que se ha convertido la frontera colombo-venezolana, donde se ha condensado la contradicción regional geopolítica.

 

 

Y es por esto que se pasa desapercibida por la falsimedia adicta al régimen colombiano la extraña visita del jefe militar del Comando Sur del US Army, Almirante Craig Faller, día 21 de Junio/ 21 a Puerto Carreño, lugar estratégico donde confluye el río Arauca en el Orinoco y que marca la “disputada” frontera entre Colombia y Venezuela; ocurrida cinco días después de la auto-atentado-bomba en una base militar colombiana en Cúcuta donde se reveló que había dentro otra mini base del US Army operando para toda la frontera. (https://www.pacocol.org/index.php/noticias/internacional/15342-fanb-denuncia-presencia-de-jefe-del-comando-sur-de-eeuu-en-puerto-carreno

 

 

También es por esto, que hoy se evita profundizar en el objetivo de la visita a Colombia (este 01 de julio/ 21) del “más alto funcionario de la inteligencia de Estados Unidos” (CIA), William Burns, para participar en una misión “delicada” en materia de seguridad y contrainsurgencia.  (Ver https://twitter.com/i/status/1409708032146120709, según lo somera información dada por el (todavía) renunciado embajador de Colombia en Washington, Francisco Santos, quien evitó dar mayores detalles. (Ver https://ecuadortoday.media/2021/06/30/director-de-la-cia-llega-a-colombia-para-dirigir-mision-delicada-de-seguridad/

 

 

Finalmente el viejo topo de la Historia ha sacado su pequeño hocico en Colombia, mostrándonos que la lucha de clases sigue existiendo a pesar de todas las neblinas y ocultamientos mediáticos se hagan para desvirtuarla. Que la necesidad histórica tarde o temprano encuentra su camino. Esta vez mediante la férrea Voluntad humana aflorada en gran Movilización Social y popular que hemos presenciado durante estos dos meses en Colombia; la que se puso en marcha y se hizo posible  OJO  una vez más esta misma necesidad histórica puso en la dirección del secretariado de las antiguas Farc EP a quienes habrían de liquidarla, liberando a las masas populares y al potencial popular acumulado por tantos años de lucha, del resabio de su traición y abandono a los supremos ideales de la transformación social verdadera, a cambio de inmensas sumas de dinero, menores de edad en tanga y unas cuantas curules de parlamentarios en el establo de Augías.

 

 

Fuente imagen internet https://es.wikipedia.org/wiki/William_Joseph_Burns

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Prospección |Opinión Colombia

 

Por: Alberto Pinzón Sánchez

 

Una de las consignas principales del Frente para la Liberación de Vietnam durante la penosa, sangrienta y larga agresión Imperial a ese laborioso y heroico pueblo asiático, fue: “Negociar y combatir, combatir y negociar”.  Por esta razón cuando en abril de 1954 se instalaron las primeras negociaciones entre la potencia imperial de Francia y el Vietminh en Ginebra, Suiza; la delegación Imperial se alojó en el mas lujoso hotel de esa ciudad, mientras la delegación vietnamita compró una austera pero consistente casa en un lugar estratégico de la ciudad donde alojó a su delegación, y que 20 años después la victoriosa república socialista de Vietnam convertiría en su embajada.

 

 

¿Por qué los dirigentes vietnamitas actuaron así, sorprendiendo al Mundo globalizado? Sencillamente porque en la mentalidad de ese sufrido pueblo, además de la famosa y citada “paciencia asiática”, existía un cabal conocimiento del enemigo que los estaba bombardeando y exterminando y de sus pérfidas intenciones futuras. Y como su fueran unos excelentes médicos además del diagnóstico de la enfermedad y del adecuado tratamiento, poseían la claridad y visión de largo plazo para prospectar el futuro basados en los indicios reales del presente. Es decir tenían prospección.

 

 

Hoy, 35 días después del alzamiento social en Colombia y del pavoroso Genocidio fascista indiscriminado (ampliamente denunciado por la solidaridad mundial) con el cual el narco fascismo paramilitar dominante está intentando aplastar tan histórico movimiento de la entera sociedad colombiana, y, de unas infructuosas negociaciones entre “el Gobierno y el Comité del Paro” (llamados así, escuetamente las dos partes) que dialogan con el fin de encontrar una Solución Politica al estallido social que es mucho más que un Paro y como si el horizonte se hubiera cerrado, en todas las cajas de resonancia posible suenan las siguientes preguntas: ¿Qué sigue?

 

 

 ¿Por qué se sigue el juego dilatorio de unas negociaciones bilaterales claramente orientadas no a resolver problemas sino a llegar a las elecciones del año próximo, si desde “las capitulaciones comuneras de 1781 en Zipaquirá” hasta el pacto Santos-Timolión 2016 en la Habana, se tiene en la conciencia popular pleno conocimiento de la PERFIDIA HISTORICA y el incumplimiento hipócrita con la que la oligarquía más sanguinaria del continente y talvez del mundo que domina desde hace 200 años el Estado colombiano, ha burlado todas los escasos acuerdos y pactos firmados con los movimientos sociales y populares, mientras ha convertido en pomposas Constituciones los innumerables pactos en las alturas, post guerra civil, hechos entre las diferentes fracciones oligárquicas?

 

 

¿Se podría decir que “la dirigencia” del llamado Paro, carece de prospección? Cuando también está claro que como lo dice el conocido escritor Boaventura de Souza Santos, el fin del neoliberalismo será violento https://www.clacso.org/colombia-en-llamas-el-fin-del-neoliberalismo-sera-violento/  y como lo estamos viendo, no solo será violento sino como lo preveían los sobrios y probados dirigentes vietnamitas, será un proceso largo, tortuoso y complejo que requiere preparación para sacar al país y a la sociedad colombiana de la crisis profunda en la que está?

 

 

Nuevos problemas han aflorado superponiéndose a los antiguos y viejos asuntos estructurales no resueltos: La juventud sin futuro. La salud-mercancía de la Ley 100 de AUV. Las mujeres doblemente explotadas oprimidas y sometidas a los machos-machotes. Los/as diversos/as sexuales perseguidos/as y linchados/as. Las comunidades negras, indígenas y campesinas marcando su territorios antes inexistentes con sus costumbres y modos de vida autónomos y practicas económicas sostenibles. El “posconflicto de Santos-Timolión” que se convirtió en un conflicto armado reciclado (o molecular difuso para seguir la novelería), un memorial de agravios incumplido y un rosario diario de excombatientes ejecutados por el narco-paramilitarismo-parapolicial impune, uno por uno para no hacer montón y no tener que hacer fosas comunes. Las atestadas barriadas populares y tuguriales de las grandes ciudades colombianas que agrandan el viejo problema Territorial. En fin…

 

 

Siete 7 problemas gordos, todos, que según los apologistas de la angelical Constitución neoliberal y contrainsurgente de 1991 iría a resolver como por ensalmo con la ayuda de la misericordiosa Fuerza Pública encargado de “salvar la democracia maestro” como en noviembre de 1885, y garantizar por medios constitucionales muy bien controlados por todas las ÍAS creadas, el obsesivo Orden Público si se llegase a alterar. Como decía el clásico: “Los sueños, sueños son”.  

 

 

Es obvio que, se debe llegar a un Acuerdo, así sea mínimo, entre las partes en conflicto con la asistencia de una Autoridad Internacional probada que garantice su cumplimiento. Hay que combinar todas las formas de la lucha de masas como lo recomendaba el gran Gramsci: de posiciones y de  movimientos, pero afianzando aún más en la mente de todo el pueblo colombiano que la única salida de la crisis es POLITICA, y lo único posible en esta “negociación social” que no se realizó en la negociación politica de la Habana; es el desarrollo de un Proceso Constituyente donde el movimiento social convertido en una Fuerza Social, salido a las calles y carreteras a PROTAGONIZAR con su presencia la Historia de Colombia actual y a cambiar la correlación de fuerzas que venía dándose desde hace dos siglos, debe estar presente en una nueva Constitución de Colombia, así como está y así como ha sido parido, acorde con los vertiginosos cambios Globales y transiciones que  está generando en todo el Mundo la crisis civilizatoria en la que se encuentra la humanidad.

 

 

Y esto será una tareas de prospección larga, tortuosa, compleja y talvez desapacible, para la que se debe estar preparados con responsabilidad histórica. Y eso, se llama en ciencia politica Proceso Constituyente.

 

 

Fuente Imagen Internet